jueves, 23 de octubre de 2014

La Serpiente y la Lucienaga


ir de la serpiente. Durante días fue una persecución intensa.
Después de un tiempo, la luciérnaga cansada, exhausta, se detuvo y le dijo a la serpiente:
----¿Te puedo hacer 3 preguntas?
La serpiente respondió:
---No acostumbro a dar concesiones, pero como de todos modos te voy a comer......¡adelante!
---Pregunta no. 1: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
---NO
---Pregunta no. 2: ¿Te he hecho algo?
---Nada en absoluto
---Pregunta no. 3: Y entonces.....¿Porque quieres comerme?
---PORQUE BRILLAAAAAAASSSSSSS!!!
MORALEJA: En muchas ocasiones te encuentras con personas que sólo te van a criticar, condenar, etiquetar, aunque nunca les hayas hecho cosa alguna y seas una persona cordial con ellos. Y todo eso, es porque al igual que la luciérnaga, tienes tu brillo propio, iluminas tu camino y el camino de muchos que vagan por la oscuridad. Brillas mas que los demás, al igual que una luciérnaga por la noches y eso, es algo difícil de soportar por otras personas, porque ellas carecen de esa luz interior, esa brillo propio y les duele tu brillar.....ENVIDIA. Son personas enfermas, contaminadas y que solo viven en la INfelicidad, aléjate de ellas. Nunca dejes de ser quien eres, de iluminar con esa luz tan muy tuya, aunque esto moleste a esas personas que viven en la penumbra total.

martes, 21 de octubre de 2014

El Pequeño Abener

Clásicos coleccionables: Al Capp

Alfred Gerald Caplin nació en New Haven, Connecticut, el 28 de septiembre de 1909. Hijo de padres europeos tuvo la infancia que en aquella época correspondía a un hijo de judíos hasta que a los nueve años fue atropellado por un tranvía y perdió una pierna. La pérdida le llevó a abandonar las actividades propias de alguien de su edad y comenzó a leer e interesarse por el arte, que estudió en un par de escuelas.
Su capacidad para el dibujo de cómics resultó patente desde muy pronta edad, lo que le llevó a trabajar como cartoonist para la Associated Press. En sus comienzos, Caplin se limitó a ser un dibujante más de series muy vendidas, pero sin un reconocimiento para su arte, sólo era un eslabón en la cadena de producción de cómics que funcionaba a toda prisa en aquella época, aunque ese trabajo le permitió conseguir la suficiente experiencia para que, en 1934, comenzara a dibujar la serie que le otorgaría fama y riqueza, Li’l Abner, que firmaría como Al Capp.
Esta nueva serie de cómics, sindicada por United Feature, comenzó a publicarse solamente en ocho periódicos en todo el país, pero había en ella algo que conectaba con el público, tanto que a finales de los años treinta superaba en ventas a las grandes series de la época y su creador comenzaba a alcanzar fama nacional.
La serie recurría para su argumento a un tópico mil veces utilizado en el cómic y el cine norteamericanos, la gran diferencia existente entre los ambientes más rústicos y las grandes ciudades. Las historias de paletos que vestían casi en pijama y disparaban a lo primero que se movía sosteniendo una garrafa llena de alcohol en la otra mano causaban gran interés entre el público de un país que comenzaba a crecer y a desprenderse de la imagen de pobreza e incultura que transmitían aquellas historias.
Capp comenzó explotando el tema eterno del chico paleto que visita la gran ciudad pues le daba suficiente juego como para crear situaciones cómicas constantemente. Li’l Abner (El pequeño Abner) era un muchacho robusto, bonachón y con poca cultura, que habitaba la ciudad imaginaria de Dogpatch y que, acompañado de su eterna partenaire femenina Daisy Mae, vivía aventuras en la ciudad en las que quedaba patente su diferencia cultural con los urbanitas.
Pero en Dogpatch no sólo habitaban Abner y Mae, sino que les acompañaban una serie de personajes vecinos y familiares con tanto potencial cómico como los dos protagonistas, lo que dio lugar a que en 1935 comenzara a publicarse una plancha dominical en la que Capp se centraría en contar las desventuras de los habitantes de Dogpatch en su localidad. A partir de ese momento la popularidad de la serie creció, todo el mundo parecía estar interesado en saber qué ocurría en aquel villorrio, pues las historias que allí acontecían entroncaban con muchos géneros literarios y cinematográficos de los que hacía una mofa ingeniosa y aguda.
Los norteamericanos compraban religiosamente las aventuras de la familia Yokum y la fama y los ingresos de Capp aumentaban proporcionalmente, todo el mundo seguía las aventuras y las trasladaba de algún modo a su vida cotidiana. Sirva como ejemplo que, a finales de los años treinta, en la serie apareció el Día de Sadie Hawkins, una fiesta en la que las solteronas de Dogpatch se dedicaban a perseguir mozos casaderos con fines matrimoniales, poco tiempo después la fiesta saltó de las viñetas a la vida real y Estados Unidos ganó una nueva festividad no incluida en el calendario oficial.
Las aventuras de Abner oscilaban entre las historietas de relleno y algunas series memorables que eran seguidas con devoción por los norteamericanos, entre ellas destaca de forma especial la aventura de los Shmoo.
LA HISTORIA DE LOS SHMOO
Cuenta esta la historia de cómo Abner y Mae encontraron en un bosque a los Shmoo, unos seres de forma ahuesada (que los más reaccionarios confundieron con órganos sexuales), estos seres pequeños y blancos tenían varias características peculiares: eran adorables, se reproducían constantemente con una facilidad impresionante, producían leche y eran comestibles, su piel tenía infinidad de usos textiles, sus ojos podían ser botones, producían todo tipo de alimentos y, lo mejor de todo, los Shmoomorían de felicidad sólo de pensar en que alguien quisiera comérselos o servirse de ellos, con lo que no era preciso matarlos.
Estas características los convertían en la gran panacea, en una forma de acabar con el hambre para siempre y por lo tanto en una forma de eliminar el dinero.
Pero sucedió que no a todo el mundo le parecía tan buena idea la aparición de estos seres, pues a los empresarios de la gran ciudad se les acababa el chollo, lo que les llevaba a tirarse por las ventanas de sus oficinas (como ocurriera en la gran depresión). Reunidos los más importantes empresarios para acabar con lo que ellos llamaban la crisis Shmoo, deciden aprovecharse de la situación, comercializarlos y servirse de ellos en todos los campos de la industria y la economía, con lo que la cuestión quedaba resuelta y pasaba de ser un problema a un gran negocio, pero uno de ellos llamado Roaringham Fatback, que odia todo lo que es nuevo, se convence de que son antiamericanos y eso le hace dirigirse al bosque de los Shmoo acompañado de un grupo ultraderechista que se encarga de eliminarlos. Afortunadamente la última pareja es salvada por Abner que los esconde a tiempo.
EL EFECTO
Esta historia publicada a lo largo del año 1948 sacudió a los americanos que después de encariñarse con los Shmoo vieron como eran tachados de antiamericanos y masacrados. Las similitudes con lo que ocurría por aquel entonces en el país era tan grande que no escapaba el mensaje a nadie.
La fama de los pequeños personajes blancos, fue tan grande que se creó una breve industria alrededor dando lugar a todo tipo de mercadotecnia basada en ellos, que llegó a producir veinticinco millones de dólares en beneficios. Al comienzo de la aventura de los Shmoo eran cuarenta millones de norteamericanos los que seguían a Li’l Abner, al final de la aventura el número se había duplicado.
Al Capp consiguió éxito y riqueza gracias a Li’l Abner y sus paisanos pero también se ganó odios de algunos sectores.
El New York State Comitee publicó un informe sobre la pornografía y la obscenidad en la historieta. Casi todo el libro estaba ocupado por reproducciones de las viñetas de Li’l Abner en las que se veían personajes en insólitas posturas sexuales, sexo entre hombres, órganos sexuales, escenas zoofílicas y otras situaciones a cual más extraña. Las editoriales rivales se frotaron las manos y pronto se extendió la idea de que Capp se había dedicado a introducir imágenes subliminales en sus cómics. Al Capp demostró que el informe, escrito por una asociación inexistente, era falso y presentó las tiras originales en las que nada había de obsceno. Todo resultó ser obra de un dibujante perturbado que había recortado y pegado viñetas que nada tenían de erótico, aunque el daño fue grande y en la memoria de muchos sólo perduró la acusación.
La serie dio lugar a películas, musicales, obras de teatro y otras interpretaciones, incluso llegó a ser dibujada en sus planchas dominicales por Frank Frazetta.
Al Capp dejó de publicar Li’l Abner en 1977, cuando había perdido el favor del público, pero durante todo el tiempo en que se publicó dio a los norteamericanos motivos para reír y para pensar a la vez. Murió dos años después y fueron varios los que intentaron crear series similares a la suya, pero sólo Al Capp era capaz de crear algo así.
Bibliografía:
  • Enciclopedia de los cómics. Editorial Toutain. 1983. VV.AA.
  • Li’l Abner. Ediciones Eseuve S.A. 1981
  • Al Capp’s Li’l Abner: The Frazzetta Sundays. Editorial Dark Horse. 2003
Artículo publicado en el nº 18 de la revista Abre el Ojo.

viernes, 10 de octubre de 2014

Gloop y Gleep

    • Dos criaturas protoplásticas llamadas Gloop y Gleep (voces hechas por Don Messick), que podían asumir diversas formas, estirarse y contraerse a voluntad y así aumentar o disminuir de tamaño. Por ejemplo: Cuando un humanoide o criatura caía de una gran altura, uno de ellos lograba hacer contacto físico con este, para luego extender su masa y convertirse en una especie de Paracaídas, haciendo que el individuo aterrizase a salvo, y también podían ser usados como hondas gigantes. Además, eran capaces de subdividirse en partes más pequeñas (cada una con ojos propios), y volver a unirse. Gloop era el más grande de los dos, mientras que Gleep parecía ser el más pequeño. Debido a su conformación física flexible y elástica, los dos podían resistir ciertos ataques y explosiones, y tenían también la habilidad de absorber energía. Debido a esto, se encargaban de proteger y defender a los demás del ataque de sus enemigos. Su forma de hablar es la más recordada y única de todas: Podría definirse como una especie de balbuceos en un idioma extraño, similares a los ruidos producidos por los pavos, pero con una notable variación.

Trama[editar]

jueves, 9 de octubre de 2014

Flbber....Bolibomba

Se le suele llamar: Moco asqueroso. Es una substancia indestructible, tal vez por su alto contenido entungsteno
Tambien se le puede llamar de las siguientes maneras:
  • verdosa
  • Masa infecta
  • Maldito Moco
  • baldosin
  • en el closeth con mi tio
Incluso hay veces que se le puede llamar Flubber.

Vida, obra y milagros

Flubber fue creado por el profesor chiflado por error cuando este intentaba prepararse un sandwich de manteca de caca-huete en la holla expres.
Cuando flubber intento huir (De una forma penosa ya que su plan consistia en rebotar por las paredes (y la cara del profesor) sin rumbo fijo) fue capturado por el malvado robot con foma de hamburguesa conocido como Robot 1X que ejercía de esclavo sexual del profesor.
Al profesor le pareció interesante, y decidio enseñarle a hacer piruetas para luego poder trabajar comosadomasoquista cirquero, por desgracia para el profesor, Flubber no estaba de acuerdo con la idea asi que empezo a saltar furioso hacia el profesor con tan mala suerte para los dos que el profesor murió ahogado yFlubber quedó atrapado en su interior.
Despues de lo sucedido, a flubber no le quedaba de mas que salir por el agujero mas cercano, de saber prefiero no mencionarlo, una ves fuera, busco wombats de manera desenfrenada para crecer y tratar de reproducirse... no lo logro, pero debido a su gran espiritu y a que no se puede morir, nuestro pequeño amigo aun esta en busqueda de la felicidad.

Actualidad

Actualmente, Flubber continua en su lucha agonica y desesperada por sobrevivir alimentandose del cerebrode los wombats malnacidos y caniss (Flubber no tiene dientes) con la esperanza de poder escapar y dominar el mundo ser libre algún día para cumplir su sueño.

jueves, 2 de octubre de 2014

Alberto Vivianco

Cómic: cómo dibujar al super gato YO-YÓ, paso a paso


Maullado por el
Gato triste y azul


Gatos en casa está de enhorabuena, pues tiene el privilegio de contar con la presencia de un increíble animal con vida propia, aunque en realidad no sea de carne y hueso. Hablamos del gato YO YÓ, mascota de la ya desaparecida revista de cine Ecran, y luego de la revista musical Ritmo, que se hizo muy popular entre sus miles de lectores hace ya unos añitos.


Para más alegría, en este post puedes conocer la biografía del famoso gatito, contada a nuestros lectores por su creador, el genial dibujante de cómic  Alberto Vivanco, natural de Chile. Y, por si fuera poco, además te enseñamos a dibujarlo. ¿Ojos listos para leer? ¿Lápices preparados? Adelante, pues... ¡Sin miedo, gatito!






Leer más: http://www.gatosencasa.com/2011/01/comic-como-dibujar-al-gato-yo-yo-paso.html#ixzz3F2lRDYw4
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